En estos días he estado reflexionando profundamente sobre la trayectoria de Dondo desde su inicio en 2019. Ha sido un viaje lleno de aprendizajes, desafíos y transformaciones que nos han llevado hasta donde estamos hoy. Cuando mis cofundadores y yo lanzamos Dondo como un marketplace de trueque, estábamos convencidos de que teníamos algo verdaderamente innovador. Nuestra visión era crear un espacio donde las personas pudieran intercambiar sus objetos en lugar de comprarlos nuevos, promoviendo el ahorro y la sostenibilidad. Esta idea nos apasionaba porque no solo se trataba de un negocio, sino de generar un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente.
Al principio, el crecimiento fue exponencial. Para 2021, habíamos alcanzado casi un millón de usuarios intercambiando todo tipo de artículos, desde muebles hasta electrónicos. Ver a tantas personas utilizando la plataforma y compartiendo sus experiencias nos confirmaba que estábamos haciendo una diferencia real. Las historias de nuestros usuarios nos inspiraban y reforzaban nuestra determinación de seguir adelante. Aunque teníamos una base de usuarios comprometida, enfrentamos el desafío de monetizar la plataforma sin comprometer la experiencia del usuario. Exploramos diferentes enfoques, desde comisiones por transacción hasta publicidad y funciones premium, pero ninguno generó los ingresos necesarios para hacer el proyecto financieramente viable. Después de muchas conversaciones difíciles, tomamos la decisión de cerrar el marketplace de trueque. A pesar de que ocasionalmente surgen dudas, seguimos convencidos de que fue la decisión correcta. Fue una determinación difícil que nos afectó profundamente, ya que habíamos invertido mucho esfuerzo y dedicación en el proyecto.
Decidimos pivotar hacia un marketplace de productos artesanales mexicanos, convencidos de que apoyar a los artesanos locales y llevar sus productos únicos a un público más amplio era el camino correcto. Vendí todo lo que tenía en Bogotá y me preparé para mudarme a México, plenamente comprometido con este nuevo proyecto. El proyecto no nos entusiasmó como esperábamos; no despertaba la misma pasión que sentimos al iniciar con el marketplace de trueque. Para junio de 2024, reconocimos que este camino no alineaba con nuestra visión, y decidimos cerrar también esa etapa, enfocados en encontrar nuevas formas de cumplir nuestra misión.
Este periodo no fue solo difícil profesionalmente, sino también en lo personal. 2023 fue un año muy duro. La salud de mi madre empeoró, y tuve que volver a Medellín para estar con ella. A eso se sumó el fin de una relación muy importante en mi vida. Sentía que todo lo que había construido, tanto en lo personal como en lo profesional, se estaba desmoronando. Estas circunstancias me llevaron a cuestionar el rumbo de la compañía y a preguntarme si estábamos en el camino correcto. Era difícil mantenerme enfocado en el negocio mientras enfrentaba estos desafíos, y las dudas sobre hacia dónde íbamos se hacían más presentes. Pero a pesar de todo, seguimos adelante, convencidos de que aún podíamos crear algo que realmente marcara la diferencia.
Mientras todo esto sucedía, había algo que seguía avanzando en segundo plano: una herramienta interna que habíamos desarrollado inicialmente para nuestro marketplace de trueque. Nos ayudaba a automatizar las descripciones de productos y facilitar el proceso de creación de listados, ahorrándonos tiempo y mejorando nuestro trabajo. Cuando lanzamos el marketplace de artesanías, esta herramienta continuó evolucionando, permitiéndonos crear descripciones más precisas y atractivas para los productos únicos que ofrecíamos.
Siempre me ha apasionado la inteligencia artificial, y la hemos estado integrando en nuestras soluciones desde el principio. A medida que la tecnología avanzaba, nos dimos cuenta de que podíamos llevar nuestra herramienta a un nuevo nivel. Lo que comenzó como una solución interna se estaba transformando en algo mucho más poderoso. Nos dimos cuenta de que esta herramienta podía ser de gran ayuda para otros. No se trataba solo de optimizar nuestros procesos, sino de compartir una solución que pudiera facilitar la vida de muchas personas que, como nosotros, enfrentan desafíos en el mundo del e-commerce.
Ahora, en 2024, estamos a punto de lanzar la nueva versión de Dondo, una herramienta diseñada específicamente para ayudar a los vendedores de e-commerce a automatizar y optimizar sus listados de productos. Esta iniciativa nació de los problemas que nosotros mismos enfrentamos al gestionar y mejorar nuestros propios listados en proyectos anteriores. Dedicábamos mucho tiempo a crear descripciones detalladas y atractivas, un proceso esencial pero que consumía recursos que podríamos haber invertido en otras áreas clave. Durante nuestro camino con el marketplace de trueque y el de artesanías, notamos que muchos vendedores se enfrentaban a las mismas dificultades operativas que nosotros. La necesidad de optimizar listados, manejar grandes volúmenes de productos y mantener la información actualizada era un desafío común. Fue entonces cuando comprendimos que nuestra herramienta interna podía ser la solución no solo para nosotros, sino para miles de vendedores que enfrentan estos mismos obstáculos.
Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que el camino que seguimos no fue el que habíamos planeado originalmente. Comenzamos con un marketplace de trueque, luego exploramos el mundo de las artesanías, y en cada etapa enfrentamos retos que nos hicieron crecer y aprender. No siempre fue fácil, y hubo momentos muy duros tanto a nivel personal como profesional, pero cada obstáculo nos condujo a este punto. La nueva versión de Dondo no es el cierre de un ciclo, sino el comienzo de algo mucho más grande. Nuestro objetivo ahora es ayudar a miles de vendedores de e-commerce a superar los mismos desafíos que nosotros enfrentamos, simplificar sus operaciones y optimizar sus ventas. Apenas estamos comenzando, y el futuro que vemos es prometedor.